Evalúa en forma no invasiva el flujo de los vasos sanguíneos de la placenta, del feto, útero y del cordón umbilical, determina cómo está el flujo de sangre que le llega al feto, y por lo tanto el oxígeno y los nutrientes que recibe el bebé a través de la placenta. Si hay algún cambio en el flujo sanguíneo nos permitirá saber si hay necesidad de anticipar el parto. El uso del doppler reduce el número de muertes perinatales e intervenciones obstétricas innecesarias.
Este estudio nos permite predecir el riesgo que tiene la embarazada de presentar enfermedades como la preclamsia o restricción del crecimiento intrauterino en el feto, así como su seguimiento clínico.